Speedrunner de Mario 64 casi bate su propio récord a ciegas, pero un fallo absurdo lo arruina

  • Bubzia, especialista en speedruns a ciegas de Super Mario 64, intentó superar su propio récord.
  • A mitad de la partida, su webcam dejó de funcionar, invalidando la carrera.
  • Los espectadores, conscientes del fallo, esperaban que no consiguiera el récord para evitar una decepción mayor.
  • Al final, Bubzia quedó a segundos del récord y confesó que habría abandonado el speedrunning si el intento hubiera sido válido.

Mario 64 speedrun a ciegas

El mundo del speedrunning está lleno de desafíos, pero pocos son tan extremos como los intentos de completar Super Mario 64 con los ojos vendados. Bubzia es uno de los nombres más reconocidos en esta categoría, con años de experiencia memorizando cada movimiento necesario para avanzar sin ver la pantalla. Su última hazaña pudo haber sido histórica, pero un inesperado fallo en su equipo hizo que todo su esfuerzo fuera en vano.

Un récord a ciegas

El pasado 10 de febrero, Bubzia se encontraba en plena partida con la intención de superar su propio récord en la categoría de 70 estrellas. Su anterior mejor tiempo era de 1 hora, 25 minutos y 11 segundos, y todo indicaba que iba camino a batirlo. Sin embargo, a los 24 minutos de juego, su webcam, que es un requisito obligatorio para validar este tipo de intentos, dejó de funcionar sin que él lo supiera.

Super Mario 64

Mientras él seguía jugando con precisión milimétrica, el chat de su transmisión en vivo reaccionaba con frustración y humor a la situación. Sabían que, aunque lograra superar el récord, la carrera no contaría debido a la falta de prueba visual de que estaba realmente con los ojos vendados. A pesar de los intentos de advertirle en el chat, Bubzia no podía ver los mensajes ni recibir ningún tipo de ayuda, ya que las reglas prohíben cualquier asistencia exterior.

El momento de mayor tensión llegó cuando Bubzia se acercaba al final del speedrun con un tiempo que rozaba el récord mundial. La audiencia, consciente del problema, empezó a desear lo impensable: que cometiera errores para que el récord no fuera invalidado. Finalmente, su desempeño no fue suficiente para superar su mejor marca, terminando la partida con un tiempo de 1 hora, 26 minutos y 9 segundos, 58 segundos más lento que el récord.

Fue solo al final de la transmisión cuando Bubzia descubrió lo que había ocurrido. Al quitarse la venda y ver la reacción del chat, se dio cuenta de que su cámara había estado apagada durante la mayor parte de la partida. Con alivio, confesó que si hubiera logrado el récord y luego descubierto que no contaba, habría sido un golpe tan devastador que probablemente habría dejado el speedrunning de Super Mario 64 para siempre.

Eso es tomárselo con humor

Tras el incidente, Bubzia mencionó la posibilidad de encontrar una solución técnica para evitar que algo similar vuelva a suceder. Entre las opciones que baraja están el uso de un sistema de alerta que le notifique cuando la cámara falle o incluso contar con amigos que puedan llamarle en caso de emergencia. Sin embargo, estas medidas deben ser evaluadas cuidadosamente para no violar las estrictas reglas de las competiciones de speedrun.

Este evento ha servido como un recordatorio de lo frágiles que pueden ser estos intentos, donde no solo la habilidad y memoria del jugador son fundamentales, sino también el buen funcionamiento del equipo. La comunidad del speedrunning ha reaccionado con apoyo a Bubzia, animándolo a seguir intentándolo y tomando medidas para evitar futuros problemas técnicos.


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