La última entrega en 3D del fontanero más famoso de todos los tiempos es uno de esos títulos que tienes que jugar si tienes una Nintendo Switch. La jugabilidad de la saga de juegos 3D de Mario ha pegado un gran salto con Odyssey. No estamos solos, sino que formamos equipo con Cappy, un fantasma que se convierte en sombrero y que el italiano lanza a lo Peaky Blinders. El gran set de movimientos que permite el videojuego está consiguiendo atraer a muchos speedrunners, que descubren cada semana nuevos atajos para pasarse el título en el menor tiempo posible, pese a que el juego salió hace casi cinco años.
Mario se convierte en un imán para los speedrunners
Super Mario Odyssey tiene una dificultad bastante asequible e inferior a algunos de los juegos que le preceden. Está muy bien equilibrado, pues difícilmente vas a llegar a desesperarte jugando. Sin embargo, hay un tipo de usuario que ve los juegos desde otra óptica. El speedrunner busca simplemente llegar a los títulos de crédito en tiempo récord. Y cuando un juego es «fácil», para ellos, se inventan nuevas normas para complicarse la vida.
Hace algo más de un mes, el youtuber ChusoMMontero completó Mario Odyssey en 1:25:19 ‘no-hit’, o lo que es lo mismo, se pasó el juego en menos de hora y media sin que Mario recibiese un solo golpe. Lo hizo en directo, mientras leía los comentarios que le hacían sus suscriptores e incluso hacía chistes y comentarios sobre el juego. Un jugador cualquiera tardaría mínimo cinco veces más tiempo en completar la historia, y moriría bastantes veces en el intento.
Super Mario Odyssey… (casi) a ciegas
Como hemos dicho, cuando un jugador encuentra sencillo un juego, lo complica con sus propias normas. El youtuber DougDoug estuvo dándole vueltas al asunto, y se le ocurrió un sistema que complicaría Super Mario Odyssey cada 5 minutos que jugara. De ese modo, obtendría mayor penalización conforme más minutos tardara en completar el juego. Cada 5 minutos, el streamer paraba la partida y lanzaba una ruleta que contenía títulos de videojuegos. Cuando la ruleta se detenía, el jugador tenía que colocar un elemento de HUD de ese videojuego sobre su pantalla de Super Mario Odyssey.
Al cabo de una hora, los laterales de la partida no se veían en absoluto. Y conforme pasaba el tiempo, el jugador se animaba a colocar elementos más grandes sobre su pantalla, complicando aún más su partida. Pues bien, aunque pueda parecer mentira, el jugador consiguió completar la historia en 2:30:03. Casi a ciegas, porque no quedaba ya ni el más mínimo píxel sin cubrir en su interfaz.
El speedrunning está poniéndose muy de moda gracias a plataformas como Twitch. Hace unos años, muchos jugadores se animaban con juegos cortos, como Metroid, pero la posibilidad de jugar en directo, demostrando que no se hace trampas, está animando a la comunidad a hacer esta práctica con casi cualquier videojuego, con normas cada vez más absurdas y con resultados de lo más interesante.