La subasta de la Nintendo Play Station ya ha finalizado, y la persona que ha ganado la puja se la llevará a casa por nada menos que 360.000 dólares. Esta cantidad convierte a la consola en el hardware de videojuegos más caro del mundo jamás subastado. ¿Por qué pagar tanto por una consola que no funciona? Y lo mejor, ¿quién es el nuevo dueño?
La subasta de la Nintendo PlayStation
Una de las consolas más peculiares del mundo de los videojuegos tiene ya nuevo dueño. Tras ponerse a la venta en un mercadillo casero de un ex directivo de Sony, Terry Diebold se hizo con la única unidad existente de los 200 prototipos que se fabricaron de la consola. El tiempo pasó, y finalmente sus propietarios decidieron ponerlo a la venta en una de las casas de subastas más conocidas del mundo.
Entre los pujadores se encontraban Palmer Luckey (creador de Oculus) y un conocido destista multimillonario que posee una de las mayores colecciones del mundo de los videojuegos. DE momento se desconoce el ganador, pero teniendo en cuenta que Luckey presumía de ser el dueño de la puja de los 250.000 dólares, puede que finalmente haya sido el ganador. De todas formas, faltaría todavía confirmar el ganador.
Un millón de decepciones
De todas formas, parece que la consola no ha alcanzado la cantidad esperada. O mejor dicho, la cantidad esperada por el que hasta ahora era su dueño. Según Diebold, la consola había recibido cierto interés por algunos compradores a lo largo de estos años, llegando a recibir cifras astronómicas de 1,2 millones de dólares por el dispositivo (por parte de alguien de noruega, según Diebold). Al final, parece que la consola no valía lo suficiente para el resto de mortales, ya que la subasta se ha cerrado por la cantidad de 360.000 dólares.
Esta cantidad incluye un impuesto del 20% por costes y gastos extras por parte de Heritage Auctions, así que el precio pagado por la propia consola sería algo menos, unos 300.000 dólares. De todas formas, la cantidad total a abonar a la casa de apuestas ha sido la primera, así que podemos decir que el precio de la consola ha sido de 360.000 dólares.
¿Qué pasará ahora con la consola?
Ben Heck ya consiguió hacer funcionar la consola tras reparar algunos elementos e investigar un poco sobre su funcionamiento, así que no sabemos si el nuevo propietario la guardará en su selecta vitrina o decidirá darle algún tipo de vida a su nueva consola.