Sony ha presentado por fin su esperadísima (y filtrada) PS5 Pro. Se trata del modelo más potente de la PS5 actual que, sin llegar a ser un salto generacional logra presentar nuevas bases que mejoran la experiencia de juego de las versiones actuales de la consola. Pero, ¿qué ofrece y por qué va a costar 800 euros?
El precio del juego sin límites
Cuando las consolas de nueva generación llegaron a las tiendas, una sorpresa llegó en forma de nueva normalidad (y decepción). Y es que aquellas consolas que prometían trazado de rayos, resolución 4K y tasas de imágenes altísimas se quedaron en pequeñas promesas que únicamente se cumplían en determinados contextos.
Por ejemplo, el jugar a 60 FPS con resolución 4K y todo lujo de detalles era algo que no se podía alcanzar en los juegos más exigentes, por lo que la consola ofrecía dos modalidades entre la que escoger entre la opción de Fidelidad (mejores gráficos con 4K nativo) o la de Rendimiento (más FPS con más fluidez y resolución rescalada).
Esto sembró cierta polémica (también en Xbox), ya que la prometida generación del 4K a 120 FPS no llegó a ser tal. Limitado a juegos muy sencillos y simples, las altas tasas de refresco de pantalla más altas se veían limitadas en juegos muy demandantes y con resolución 4K, y justo esos problemas son los que quiere solucionar la PS5 Pro.
La consola PC Master Race
Viendo los datos que Mark Cerny ha compartido en el evento virtual publicado por PlayStation, está claro que la nueva consola es un portento técnico bastante importante. Poder jugar a Gran Turismo en 4K a 60 FPS con Ray Tracing entre vehículos es algo que requiere un poder gráfico bestial, por no hablar de juegos como Spider-Man: Miles Morales o The Last of Us: Parte II, que corren a la máxima resolución con una calidad gráfica de infarto mientras se generan efectos de trazados de rayos.
¿No es esto lo que querías? ¿No es justo lo que ofrecen PCs de gran calibre con presupuestos astronómicos? Pues es lo que vas a tener si abonas los 799,99 euros que marcará su precio cuando llegue a las estanterías el próximo 7 de noviembre.
Pero hay un detalle bastante importante a mencionar que en la retransmisión hay repetido en varias ocasiones, y es que la experiencia que ofrecerá PS5 Pro será “casi” similar al modo fidelidad, pero con elevadas tasas de frames. Esto nos deja una pequeña nube de dudas sobre si verdaderamente veremos todos los juegos a máxima resolución y completamente fluidos, o si por el contrario habrá juegos que seguirán ajustando la calidad de imagen de manera automática para poder rendir al nivel esperado.
Grandes especificaciones
El poder gráfico de la nueva consola es bastante llamativo. Se ha agrandado la GPU incluyendo un 67% más de Unidades de Computación, al mismo tiempo que se ha aumentado la velocidad de la RAM en un 28%, lo que se traduce en un rendimiento superior del 45% respecto a la PS5 normal.
Este avance en el procesador gráfico permitirá disfrutar de efectos de Ray Tracing avanzados, duplicando e incluso triplicando el cálculo de reflejos de rayos en todo tipo de situaciones. También se ha incluido un controlador específico para el escalado con inteligencia artificial, lo que permitirá dar vida al llamado PlayStation Spectral Super Resolución, o lo que es lo mismo, una técnica de duplicado de píxeles que permitirá aumentar la densidad de píxeles para obtener muchísima más definición en la imagen. Sin embargo, ¿justifican estas novedades un salto de precio tan grande?
¿Es cara?
PS5 Pro llega para poder jugar al catálogo de PS5 sin límites, tal y como habrías imaginado desde el comienzo de la nueva generación. La PS5 actual seguirá funcionando tan bien como siempre, con la limitación de tener que elegir entre modos de fidelidad o rendimiento según te parezca, cosa que en PS5 Pro no ocurrirá.
La experiencia de PS5 seguirá siendo igual de satisfactoria, así que los más exigentes que dispongan de pantallas 4K a con 120 Hz y quieran disfrutar de gráficos sin ningún tipo de limitación deberán de optar por el nuevo modelo. Y para eso tendrán que pagar los 800 euros. ¿Te parece mucho? Entonces no te importará demasiado jugar en modo rendimiento en una PS5 de las de siempre. Ahí estará la clave de la elección.
La polémica de los accesorios
De todas, el principal problema del precio de PS5 Pro no es lo que ofrece, sino lo que no incorpora. Hablamos obviamente del lector de discos, que lamentablemente se ha quedado fuera de la ecuación. Habrá que pagar 119,99 euros para poder seguir usando el formato físico en caso de que sigas apostando por él (es más que evidente que nos están empujando hacia el olvido), por lo que el precio de la consola sube hasta unos insultantes 920 euros.
Pero para rematar la operación, el stand que permite colocar la consola en la orientación más usada por los usuarios, la vertical, tampoco se incluye, lo que nos obligará a añadir otros 30 euros de nuestro bolsillo. Es decir, habrá que soltar 950 euros por el pack mínimamente completo. ¿Es insultante? La verdad es que sí.