La trama en torno a la compra de Activision por parte de Microsoft y la ofuscación de Sony en evitar la ejecución de la operación sigue dando titulares. La última información desde el lado de PlayStation llega a través de un documento oficial que permite conocer las declaraciones de Jim Ryan en las citas con la FTC que mantuvieron durante el pasado mes de abril, y donde podemos ver cómo el presidente de PlayStation aseguraba que no confiaría en una empresa propiedad de su rival.
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El poder de la información
Tiene sentido que PlayStation esté empezando a tener cierto recelo sobre la actual relación que mantiene con Activision. El gigante de Call of Duty está trabajando codo con codo con Microsoft trazando lo que podría ser la nueva hoja de ruta en un futuro junto a la compañía de Redmond, y eso evidentemente no gusta en Sony.
Y así de claro ha sido el propio Ryan en sus declaraciones a la FTC, ya que aseguró, que Sony Interactive Entertainment dejaría de compartir sus avances y primeros detalles de la próxima generación de consolas (PS6) en caso de que Activision firmara oficialmente el acuerdo con Microsoft. ¿Hay razones para entender la postura o son simples pataletas?
In an FTC v MS/ABK deposition, PlayStation chief Jim Ryan said that, if deal closes, Sony couldn’t tell Activision about its next console
Is then asked about Sony working with Mojang (Minecraft) after MS bought them. Discussion is redacted but Ryan says it supports this concern pic.twitter.com/M86CBm3CcY
— Stephen Totilo (@stephentotilo) June 21, 2023
Cuestión de confianza
Razones hay. Que una empresa propiedad de tu enemigo número uno tenga en sus manos detalles técnicos y secretos de tu próximo gran lanzamiento es cuando menos sospechoso. Es evidente que ante este tipo de intercambio de información se firman unas cláusulas enormes que aseguran la manipulación de la información tan sensible que se está tratando, pero al final, todo se resume a que empleados de Activision recibirán la versión para desarrolladores de PS6, y que una versión adelantada de PS6 esté en las oficinas de Microsoft es una auténtica bomba de relojería.
Un no que tiene un precio
Evidentemente en Sony saben que cerrar la puerta a Activision tendrá un precio. Si no entregan unidades de desarrollo, será complicado ver un lanzamiento de la firma coincidiendo con el lanzamiento de la consola. Además, el equipo de desarrollo necesitará más tiempo para lanzar las versiones correspondientes de la consola y, en definitiva, la presencia de los juegos de Activision será bastante débil.
Teniendo en cuenta lo importante que son los juegos de Activision para muchos usuarios de PlayStation (sólo hay que nombrar a Call of Duy), este podría ser un duro golpe para ellos.
Y Microsoft tan contento
Al otro lado, a Microsoft esta situación podría favorecerle, siempre y cuando logre convencer a la FTC. La negatividad de PlayStation sería por decisión propia, y Microsoft siempre garantizaría la confidencialidad de Activision con sus contratos, a pesar de que cuesta mucho creer que no existiría una contaminación interna entre sus empleados.
Este no es más que un detalle más en este eterno culebrón, así que ya veremos a quién acaba favoreciendo todo esto.