La crisis de suministros de microchips ha entorpecido los planes de salida de Steam Deck, la nueva consola portátil de Valve, que debería haber sido lanzada este mes de diciembre. Todo parece indicar que saldrá por fin el próximo mes de febrero de 2022. Mientras tanto, no hay día que no vayamos recibiendo nueva información con cuentagotas de esta nueva y revolucionaria consola portátil. Lo último que sabemos es que podremos sacar la consola del reposo en menos de dos segundos.
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El SSD no lo es todo
Steam Deck tiene un hardware prometedor y una potencia increíble si comparamos esta consola con otros dispositivos de su tamaño, como es el caso de Nintendo Switch. Muchos pensaréis que equipando un SSD con buenas tasas de lectura y escritura, tendremos solucionada la papeleta de la velocidad y los tiempos de carga. Sin embargo, esto depende de otros factores, como es el sistema operativo, la arquitectura del sistema y la optimización general del equipo.
Según Valve, sus ingenieros han estado trabajando duro para que puedas reanudar tus partidas en menos de dos segundos gracias a la última actualización del sistema operativo que han compilado. En sus pruebas, han realizado cargas de todo tipo de videojuegos. Pese a ello, el popular modder, Durante, que tiene ya la consola en sus manos, ha dicho en el foro de MetaCouncil que espera que Valve haga pruebas con los 100 mejores juegos de todos los tiempos. De este modo, podrían asegurarse de que los ports de Windows para Steam Deck tienen la calidad que esperan de ellos. Pese a ello, este experto está gratamente sorprendido por la velocidad de la consola, y se muestra muy positivo respecto a Proton.
La arquitectura también influye
Estamos acostumbrados a pillar una consola portátil, despertarla en segundos y ponernos a jugar. Es un factor clave en un producto de este tipo. Sin embargo, ahí Steam Deck no lo tiene tan fácil. Todas las consolas portátiles que conocemos utilizan procesadores ARM. Y resulta curioso cómo Valve nada a contracorriente en este aspecto. En el último año hemos visto como Apple hace una transición de x86 a ARM con su gama de ordenadores. Steam Deck, por su lado, hace todo lo contrario, y apuesta por x86, que, si bien son procesadores que aportan una potencia increíble, requieren bastante hardware y optimización. Salir de un reposo es una tarea mucho más compleja en un procesador de este tipo que en una consola, smartphone o tablet que use un SoC con arquitectura ARM. De hecho, este uno de los factores que más sorprende de los MacBook con Apple Silicon, y es que se despiertan prácticamente antes de que levantes la tapa.
SteamOS, un sistema que se está quedando en los huesos
Por supuesto, la optimización de SteamOS no solo influye en los tiempos de carga. Pese a que la consola todavía no se ha lanzado, Valve ha logrado reducir su tamaño de 24 a solo 10 GB. Sin duda, es una gran noticia, puesto que el modelo básico de Steam Deck con memoria eMMC tan solo cuenta con almacenamiento de 64 GB. Poco, si hablamos de juegos actuales, pero suficiente si tenemos en cuenta que podemos ampliar el espacio utilizando tarjetas microSD. Esa reducción del peso del sistema se va a traducir también en un menor consumo de recursos, especialmente de memoria RAM.