Sony parece dispuesta a apostar por la realidad virtual de forma decidida y, a diferencia de otras tecnologías en las que se embarcó en el pasado y que hicieron aguas rápidamente (las 3D en los televisores en la época de PS3, por ejemplo), con su segunda generación quiere romper el récord de ventas de las primeras PS VR que llegaron al mercado hace ahora justo seis años. ¿Sabes cómo lo van a conseguir?
¿Una apuesta arriesgada?
Como os decimos, se cumplen ahora seis años del lanzamiento de las primeras PS VR, un modelo de gafas de realidad virtual que se presentaron para PS4 y que fueron un éxito aunque en los primeros instantes Sony no dejó muy claro las ventas que habían alcanzado. Ahora, con el paso del tiempo, sabemos que ese modelo alcanzó el millón de unidades vendidas en apenas ocho meses por lo que era de esperar que la siguiente generación terminara por aparecer en PS5.
Hay que recordar que los japoneses lanzaron su última consola en noviembre de 2020 permitiendo que los usuarios de PS VR se pasarán desde PS4 a la next-gen, simplemente adquiriendo un pequeño cable conversor USB para las gafas de PS4 que Sony regalaba a todos los poseedores del accesorio por lo que no tenían, sobre la mesa, la obligación de renovar el hardware con un dispositivo más avanzado. Pero no será así, y las PS VR 2 llegarán el año que viene, en el mes de marzo y desde la compañía tienen claro que van a venderlas como churros.
Bloomber acaba de desvelar un dato que habla mucho de la confianza que tienen los japoneses en la segunda generación de gafas de realidad virtual, y son las unidades que ya está fabricando con el objetivo de ponerlas a la venta «a principios de 2023», lo que bien podría situar esa horquilla en el mes de marzo. Pues bien, esa cifra alcanza los dos millones de unidades para el day one, lo que supondría superar holgadamente los datos de ventas del primer modelo solo en las primeras semanas de vida del periférico. Y por supuesto permitir tener un stock suficiente para alimentar la demanda.
Las razones de esa fe
Que los japoneses hayan apostado tan fuerte por estas PS VR 2 en el actual panorama geoeconómico que incluye la escasez de PS5 en las tiendas solo tiene una explicación: los usuarios que probaron PS VR han quedado tan convencidos de la experiencia que quieren repetirla al precio que sea en sus máquinas de nueva generación. Y la verdad es que razón nos les falta.
Aquellos que han probado de verdad la experiencia de juego en unas PS VR ha aprendido que jugar de esta manera es otra cosa completamente distinta, mucho más inmersiva y de un realismo que es difícil comparar con cualquier otra sensación que podamos tener con un videojuego que no sea VR: las vivencias en primera persona, la percepción de ver y sentir los escenarios en su dimensión real e incluso mecánicas de gameplay que cambian por completo el tradicional uso de un gamepad.
Así que es lógico pensar que con la llegada de PS5 Sony haya decidido inyectar más poder gráfico a la experiencia VR tras recibir el feedback de que la comunidad está preparada para experimentar con un nuevo modelo.