Probamos la Roomba 205 DustCompactor: menos base, más sentido común

  • Diseño compacto: recupera el formato discreto de las primeras Roomba, con una base pequeña que no invade el espacio del hogar.

  • Compactación del polvo: su sistema comprime la suciedad para vaciar el depósito con mucha menos frecuencia.

  • Eficiente: limpia bien, evita obstáculos y mantiene un equilibrio ideal entre potencia y consumo.

  • Vuelta a lo esencial: sin torres ni accesorios innecesarios; apuesta por la simplicidad y el sentido común.

iRobot Roomba 205 DustCompactor

Llevaba tiempo con ganas de probar un robot aspirador que no pareciera una estación espacial en mitad del salón. Y es que no sé en qué momento los robots de limpieza pasaron de ser pequeños ayudantes discretos a convertirse en electrodomésticos con base de lanzamiento propia, pero en los últimos años ha sido casi imposible encontrar uno que no viniera acompañado de una torre enorme, con su tubo de succión, su bolsa integrada y su ruidito de «me vacío solo» que suena cada vez que regresa a la estación.

Por eso la Roomba 205 DustCompactor me llamó la atención desde el primer momento: parecía ir a contracorriente con su sencilla propuesta -casi nostálgica, diría-: volver al formato compacto de las Roomba de siempre, pero aprovechando la tecnología actual para hacerlo mucho más eficiente. En otras palabras, lo de antes, pero bien hecho.

Un diseño que no invade tu casa

Lo primero que noté -y agradecí- es lo poco que ocupa. La base del Roomba 205 es minúscula comparada con las estaciones que dominan ahora el mercado. No hay torre, ni depósitos externos, ni necesidad de buscarle un rincón escondido para que no estropee la estética del salón. Yo lo tengo colocado junto a la puerta de entrada y, sinceramente, apenas se nota que está ahí.

iRobot Roomba 205 DustCompactor

Esto puede parecerte un detalle menor, pero para para muchos es clave: tener un robot aspirador no debería implicar sacrificar espacio visual o reorganizar media casa. Con este modelo se recupera ese espíritu original de las primeras Roomba: la de ser un dispositivo útil y no un mueble más que ocupa demasiado.

La magia está dentro: la compactación del polvo

Ahora bien, lo verdaderamente interesante está en su interior. iRobot ha estrenado con este modelo su nuevo sistema de compactación del polvo, una idea tan simple como efectiva. Básicamente, el robot no se limita a recoger la suciedad y almacenarla sin más: la prensa, la reduce, la comprime para que quepa mucha más cantidad en el mismo espacio.

El resultado es que el depósito aguanta muchísimo más tiempo antes de llenarse y no echas de menos una estación de autovaciado como las que se han popularizado de unos años a esta parte. En mi caso, siendo en casa dos adultos y dos niños pequeños, y con varias alfombras repartidas por el hogar, he podido pasar semanas y semanas sin vaciarlo (casi 7 semanas) y cuando por fin lo he hecho, me ha sorprendido ver cómo el contenido está perfectamente comprimido, sin la nube de polvo que solía salir disparada con otros modelos.

iRobot Roomba 205 DustCompactor

Puede parecer una tontería, pero este pequeño cambio lo convierte en un producto más realista y cómodo para el día a día, sin el estorbo de ocupar demasiado en casa.

Su rendimiento por tanto es bastante bueno (igual su capacidad de succión, siempre y cuando tengamos presente que no es el modelo más potente de iRobot, ni mucho menos) y se mueve además por la casa con precisión, gracias a uso de la navegación LiDAR, que trabaja de manera efectiva en el mapeo del hogar y la evitación de obstáculos.

Por ponerle una pega que podría ser importante para ti, diría que no resulta tan fantástica a la hora de pasar la mopa. Que sí, que esta Roomba repasa el suelo sin problemas, pero no podrás confiar en ella para una limpieza tan efectiva como ahora nos están ofreciendo otros robots con mopas sónicas (mediante vibración) o giratorias, donde se nota un mayor trabajo de profundización a la hora de fregar superficies. Posiblemente sea de hecho su punto más débil.

iRobot Roomba 205 DustCompactor

El control a través de la app de iRobot también merece una breve mención. La firma actualizó su solución móvil hace relativamente poco, apostando por una interfaz más limpia y menos farragosa que antes. Y eso no podría acompañar mejor a la idea de simplificación que trae este robot bajo el brazo. Como es habitual, a través de esta plataforma podrás crear rutinas a través de los mapas de las habitaciones, establecer zonas prohibidas o programar rutinas de manera sencilla.

Volver a lo básico (y disfrutarlo)

En un momento en que la mayoría de marcas compiten por añadir funciones y accesorios que a veces incluso complican más que ayudan, la Roomba 205 DustCompactor demuestra que la verdadera innovación puede estar en simplificarlo todo.

La Roomba 205 DustCompactor no es la más espectacular del catálogo, ni la que saldrá mejor en las comparativas de potencia bruta, pero sí es una de las propuestas más sensatas de la marca en mucho tiempo. Es pequeña, eficaz y, sobre todo, discreta, con una idea brillante detrás: comprimir la suciedad para que ocupe menos de forma que tampoco te conviertas en un esclavo de su limpieza. Una solución tan simple que cuesta creer que nadie la haya popularizado antes.

iRobot Roomba 205 DustCompactor

No es la más rápida, la que más succiona ni la que mejor friega, pero ofrece un resultado de limpieza equilibrado y que se ajustará bastante bien a las expectativas de aquellos que buscan un aliado con el que mantener a raya el polvo en casa sin que el cacharro en sí ocupe como un inquilino más.

Eso sí, precisamente por su sencillez, hubiera recortado su precio algo más (su coste oficial es de 449 euros), algo elevando teniendo en cuenta que tampoco es un alarde tecnológico precisamente. Pero si te gusta, te recomiendo que estés atento a alguna oferta: si la cazas, habrás triunfado.