Las redes sociales nunca han dejado indiferente a prácticamente nadie. Y nos guste o no, nos han cambiado como sociedad. Tanto que algunos las abrazan con todas sus fueras mientras otros las odian e intentan concienciar con propuestas como El dilema de las redes reciéntenlo estrenado en Netflix. Un documental que pone de manifiesto algunos de los retos más importantes a los que se enfrenta Facebook y otras tantas plataformas.
Facebook y su imagen pública
La compañía dirigida por Mark Zuckerberg ha visto como durante los últimos años su imagen pública era duramente castigada. El motivo no era otro que los distintos escándalos en los que se vio envuelta. Algunos de ellos de gran repercusión y otros lo suficientemente importantes como para que algunos les prestasen atención e hicieran contenidos como El dilema de las redes.
En este documental que Netflix estreno no hace mucho, diferentes empleados de grandes tecnológicas ponían sobre la mesa cómo estas plataformas trabajan a la hora de diseñar sus herramientas y la propia interacción del usuario. Una labor que busca ante todo la permanencia de estos el máximo número de tiempo.
Esto es un gran problema, porque a veces las técnicas no parecen ser realmente éticas ya que buscan la polarización de los contenidos o mostrar sólo aquello que genera cierta polémica. Y aunque no es algo que sólo afecte a Facebook, otras redes como Instagram, Pinterest, Twitter e incluso el servicio de correo electrónico Gmail de Google se ve salpicado, sí es cierto qu la compañía de Zuckerberg es la que más tiene que demostrar.
Por eso, estos son los retos de Facebook para salir airoso del dilema de las redes.
1. Demostrar que crean herramientas útiles y no adictivas
Uno de los primeros retos es hacer ver a los usuarios que todas sus novedades buscan ser útiles y no adictivas. Esto es bastante complicado, porque de partida la mayoría pensamos todo lo contrario, que con ellas lo único que quieren es que estemos más tiempo usando la plataforma.
Cómo darle la vuelta a esta situación es dificil. Ellos ya comentan que incorporan herramientas para el control del bienestar digital con el fin de ayudar precisamente a los usuarios a controlar posibles adicciones.
2. Uso de algoritmos relevantes
Los algoritmos son algo ya tan popular que lo raro es encontrar un servicio o web que no los use para algún que otro fin. La diferencia es que Facebook tiene que demostrar que el suyo no busca ofrecer sólo contenido para que pases más tiempo dentro sino para que encuentres cosas que realmente te interesan.
El problema es que si quieren lograr esto deberán dar algún tipo de opción adicional, algo más de control para que los usuarios puedan dar indicaciones precisas acerca de lo que sí gusta o no y que funcione. Porque si no es así de nada vale. Y es que, a quién no le ha pasado que marca algo como no interesante o que no le gusta y al poco tiempo vuelve a estar presente a modo de anuncio, sugerencia, etc.
3. Asegurar los datos
¿Puedes confiar tus datos a Facebook? Ellos dicen que sí y que empresas de terceros no pueden acceder a ellos. Pero en el pasado lo hicieron, por qué ahora debemos creer ciegamente que no lo harán de nuevo.
Por tanto, otro reto para la compañía es demostrar que esto no vuelve a pasar y que los datos de sus usuarios están seguros en sus servidores. Desde luego tendrán que trabajar mucho en este sentido y mejorar la comunicación en caso de que algo nuevo vuelva a ocurrir. Porque si no es así siempre tendremos la misma sensación, una que con otras compañías no a pesar de haberse equivocados también. Pero si eres claro es más fácil empatizar y pensar que son cosas que les puede pasar a cualquiera.
4. Erradicar la polarización
Ninguna red o plataforma debería posicionarse a favor o en contra de ningún tema a excepción de los que son claramente un atentado contra la libertad y los derechos humanos. Así, lo que debería intentar Facebook es no darle visibilidad a todos esos contenidos que si bien entran dentro de la libertad de expresión sólo buscan polarizar la plataforma.
5. Combatir las fake news
Las noticias falsas o fake news son como lo anterior, un problema importante con difícil solución. Claro que si ellos mismos potencian su aparición no ayudan a combatirlas. Así que nuevamente se requiere que los algoritmos pasen a un segundo plano y que un equipo humano, con herramientas adecuadas e indicaciones claras y públicas para el resto de la industria, legisladores y usuarios, sepan cómo han de actuar frente a determinados mensajes.
Las mentiras no se pueden permitir, menos aún si son cosas como el tema del terraplanismo, antivacunas, etc.
6. Demostrar que tú nunca serás el producto
Y el más dificil de todos los retos, convencerte de que tú no eres el producto. ¿Cómo hacer esto si resulta que ofreces una plataforma sin coste alguno y vives de unos ingresos por publicidad que potencias con la información que los propios usuarios aportan mientras la usan?
Pues tendrán que encontrar la forma de hacerlo, de hacer ver al usuario que se pueden usar estos datos de forma completamente anónima. Aunque eso suponga un menor rendimiento y por tanto tengan que reducir lo que a los anunciantes les cuesta llegar a X usuarios con cada anuncio.
En resumen, las redes sociales no van a desaparecer de la noche a la mañana y muchos menos Facebook, que con plataformas como Instagram o WhatsApp tienen una gran peso en la sociedad. Pero sí han de poner de su parte para demostrar al usuario que su forma de gestionar los datos es respetuosa. Y si eso implica ganar menos a costa de una mayor utilidad y valor para estos, adelante.
¿Logrará Facebook darle la vuelta a su reputación?