Genshin Impact, uno de los juegos más populares en el género de rol y aventuras, se encuentra en el centro de la polémica tras un riguroso examen por parte de la Comisión Federal de Comercio de los Estados Unidos (FTC). Este organismo ha impuesto a HoYoverse, la compañía detrás del juego, una multa de 20 millones de dólares tras investigar sus prácticas relacionadas con las lootboxes. La decisión incluye además una serie de restricciones sobre el uso de estas mecánicas de monetización en el mercado estadounidense.
La investigación de la FTC comenzó el año pasado, centrándose en las acusaciones de que HoYoverse recopilaba de manera indebida información personal de menores y mantenía prácticas poco transparentes en relación con las probabilidades y los costes asociados a las lootboxes, elementos clave en el modelo de negocio gacha del juego. Este modelo permite a los jugadores adquirir objetos y personajes mediante sorteos cuya obtención se basa en probabilidades.
Un acuerdo clave para cambiar las reglas del juego
Tras meses de análisis y negociaciones, la FTC ha alcanzado un acuerdo con HoYoverse que incluye varias disposiciones drásticas. Entre ellas, se destaca la prohibición de vender lootboxes a menores de 16 años sin consentimiento parental. La empresa también deberá garantizar la eliminación de cualquier dato personal recopilado de menores de 13 años, reforzando así su cumplimiento con la Ley de Protección de Privacidad Infantil en Línea (COPPA).
Además, la compañía deberá introducir nuevos sistemas de verificación de edad para los jugadores más jóvenes. Estos cambios, según la FTC, buscan evitar la influencia de sistemas de monetización considerados desleales sobre niños y adolescentes, quienes son más vulnerables a tácticas de juego impulsivo.
Transparencia en las lootboxes: una exigencia fundamental
Otro de los puntos relevantes del acuerdo es la obligación de revelar las probabilidades exactas de los premios en las lootboxes. La intención de esta medida es ofrecer a los jugadores una mayor transparencia a la hora de decidir si desean gastar dinero real para obtener personajes o armas dentro del juego. Asimismo, HoYoverse deberá detallar las tasas de conversión de su moneda virtual, Genshin Crystals, para que los consumidores comprendan claramente el coste económico de cada transacción.
La resolución también incluye la compensación a los jugadores estadounidenses que hayan intentado obtener objetos de alto valor dentro del sistema gacha. Aunque los detalles exactos de esta compensación aún no son claros, se espera que la medida tenga un impacto positivo en la confianza de los consumidores.
Reacciones y opiniones encontradas
Como era de esperar, esta decisión ha generado un amplio debate en la comunidad de videojuegos. Mientras algunos jugadores aplauden la intervención de la FTC como un paso necesario hacia la regulación de las lootboxes, otros cuestionan si se están aplicando estándares justos a HoYoverse en comparación con otras compañías internacionales.
Un portavoz de HoYoverse emitió un mensaje a la prensa en el que declaró: «Si bien no estamos de acuerdo con todas las acusaciones, hemos decidido aceptar este acuerdo porque valoramos profundamente la confianza de nuestra comunidad y queremos seguir siendo transparentes con nuestros usuarios».
Por otro lado, en redes sociales, las reacciones han oscilado desde el apoyo a esta medida regulatoria hasta su crítica como una presunta maniobra política contra una empresa china. Jugadores también han señalado que otras compañías con mecánicas similares, como EA y Valve, no parecen enfrentar el mismo nivel de escrutinio.
Esta controversia no solo pone en el punto de mira al sistema gacha de Genshin Impact, sino que también abre el debate sobre la regulación global de prácticas como las lootboxes, que algunos países ya consideran equivalentes a las apuestas.
La decisión de la FTC sin duda marca un precedente en la industria de los videojuegos. Aunque las multas económicas puedan parecer una medida simbólica para empresas de gran tamaño, las nuevas exigencias sobre transparencia y protección infantil podrían redefinir la manera en que los desarrolladores estructuran sus modelos de negocio en el futuro.