Cuando jugamos a videojuegos clásicos, buscamos revivir la nostalgia de aquellos tiempos en los que pasábamos horas frente a la pantalla. Sin embargo, muchos jugadores notan que la experiencia visual no es la misma cuando usan televisores modernos. ¿Por qué ocurre esto? La respuesta está en la tecnología de las pantallas CRT, que fueron el estándar en la época dorada de los videojuegos retro.
Los televisores CRT ofrecen una imagen más fiel a la de la época. A diferencia de las pantallas actuales, que suelen ser de tecnología LCD o LED, los monitores CRT utilizan un haz de electrones que escanea la pantalla línea por línea. Este método de visualización crea un efecto que suaviza los bordes de los píxeles y genera una imagen más natural, haciendo que los gráficos se vean mejor sin la necesidad de filtros adicionales.
La forma en que los juegos fueron diseñados afecta la imagen
Uno de los principales motivos por los que los juegos clásicos se ven mejor en un CRT es porque fueron diseñados específicamente para este tipo de pantallas. Los desarrolladores de la época aprovecharon las características visuales de los CRT, como el desenfoque natural y el entrelazado, para disimular las limitaciones gráficas de la época. Este diseño intencionado hace que los píxeles parezcan más redondeados y que los colores se mezclen de manera más armoniosa.
Cuando estos juegos se ejecutan en pantallas modernas, los efectos visuales pueden parecer demasiado nítidos o artificiales, lo que provoca que los gráficos se vean desproporcionados o con colores apagados. Los televisores actuales emplean una resolución mucho mayor, lo que hace que los píxeles se muestren de forma rígida, perdiendo el efecto de suavizado natural de los CRT.
Latencia y tiempos de respuesta
Otro aspecto fundamental a considerar es la latencia de entrada (input lag). Los televisores modernos procesan la imagen antes de mostrarla en pantalla, lo que añade un ligero retraso entre la acción del jugador y la respuesta del juego. En los CRT, este retraso es prácticamente inexistente, ofreciendo una experiencia más fluida y rápida, algo que resulta fundamental en juegos de precisión como los títulos de plataformas o de lucha.
Los jugadores que han intentado jugar a títulos rápidos en televisores actuales han notado que sus reacciones no son tan precisas como recuerdan, lo que puede afectar negativamente la experiencia de juego en comparación con un CRT.
Cómo los CRT manejan la resolución de los juegos retro
Los juegos retro estaban pensados para ejecutarse en resoluciones bajas, como 240p, lo que encaja perfectamente con la forma en que un CRT dibuja la imagen. Los televisores modernos, al no ser compatibles con estas resoluciones nativas, fuerzan un reescalado que puede ocasionar distorsiones, bordes pixelados e incluso problemas con el tiempo de respuesta.
Algunos jugadores intentan solucionar esto utilizando filtros o dispositivos externos que simulen el efecto de un CRT en una pantalla moderna. Sin embargo, aunque se puede acercar bastante al resultado original, nada iguala la experiencia auténtica de un televisor CRT.
El auge de los CRT en la comunidad retro
A medida que el interés por los videojuegos clásicos ha crecido, también lo ha hecho la demanda de televisores CRT. Muchos jugadores buscan antiguos monitores de marcas como Sony, Panasonic o JVC para mejorar su experiencia de juego. Los modelos profesionales, como los conocidos PVM o BVM de Sony, se han convertido en auténticos objetos de culto entre los coleccionistas y aficionados al retro gaming.
Además, en plataformas de venta de segunda mano, los precios de los televisores CRT han subido considerablemente en los últimos años, reflejando el interés creciente de los jugadores por recuperar su experiencia original de juego.
Para quienes buscan revivir la magia de los videojuegos retro tal como fueron concebidos, un televisor CRT sigue siendo la mejor opción. Su tecnología permite disfrutar de gráficos más suaves, tiempos de respuesta perfectos y una fidelidad visual que los televisores modernos simplemente no pueden replicar por completo.