Steam Deck: todo lo que necesitas saber sobre la consola portátil de Valve

¿Qué ocurriría si Nintendo se tomara la Nintendo Switch completamente en serio? Algo así debieron pensar en las instalaciones de Valve cuando comenzaron a planificar el desarrollo de Steam Deck. Si Nintendo Switch es un híbrido entre una consola de sobremesa y una portátil, el invento de Valve aspira mucho más alto, siendo un producto que combina la potencia de un PC de escritorio con la portabilidad de una Nintendo Switch. Por lo pronto, la Steam Deck ha volado de los almacenes del fabricante. Hemos tenido que esperar meses hasta que el stock ha llegado a regularse. Ahora que ya ha captado tu atención, seguramente te lo estás preguntando. ¿Qué tiene de especial esta consola? Pues hablemos en detalle de ella. En este post te explicaremos todo lo que debes saber sobre Steam Deck.

¿Qué es Steam Deck y qué características tiene?

Steam Deck es la nueva consola portátil de Valve. Se lanzó el 25 de febrero de 2022, aunque su presentación fue mucho antes, y la puesta a la venta se retrasó en numerosas ocasiones por culpa de la crisis en el sector de los semiconductores.

Esta consola de Valve es el sueño de todo buen jugador hecho realidad. Se trata de una portátil, pero con el hardware de un laptop. Nada de arquitecturas ARM; aquí se juega con un procesador AMD como el que podrías usar en tu máquina de sobremesa. Con esto bajo la manga, la Steam Deck es la consola ideal para jugar a títulos indies disponibles en Steam, emuladores de todo tipo, y, como no podía ser de otra forma, juegos triple A pensados para PC.

Diseño y Controles

La consola portátil de Valve tiene unas líneas muy parecidas a lo que ya tenemos con Nintendo Switch y Nintendo Switch Lite. Su chasis está fabricado en plástico de color negro mate. Utiliza unos controles de tipo A, B, X, Y en la misma disposición que los mandos de Xbox (es decir, en un orden invertido al de los mandos de Nintendo).

También cuenta con gatillos analógicos, pads de dirección y un total de 4 botones personalizables que podremos asignar a nuestro antojo. Los joysticks son de tamaño completo y bajo ellos tenemos unos pads táctiles con funciones capacitivas. Contaremos también con un giroscopio de 6 ejes.

La consola es algo más grande que la Nintendo Switch, ya que cuenta con unas dimensiones de 298 x 117 x 49 milímetros y un peso aproximado de 669 gramos.

Procesador y gráficos

El cerebro de Steam Deck es su punto fuerte. A diferencia de otras consolas portátiles, que utilizan procesadores basados en la arquitectura ARM. Steam ha decidido apostar por la arquitectura de escritorio de toda la vida.

Aunque pueda parecer mentira, esta portátil lleva en su interior un procesador AMD con arquitectura Zen 2, es decir, un procesador x86. La APU tiene una configuración de 4 núcleos y 8 hilos de ejecución. En función de la exigencia y la temperatura del equipo, su procesador podrá correr entre 2.4 y 3.5 GHz.

En el apartado gráfico, la GPU tiene la micro arquitectura RDNA 2. Su frecuencia varía entre 1.0 y 1,6 GHz, obteniendo una potencia de hasta 1,6 Teraflops. El consumo combinado de toda la APU llega hasta los 15 W, mientras que en idle consume unos 4 vatios. Los tres modelos de la consola tienen 16 gigabytes de RAM LPDDR5.

Almacenamiento

Respecto al almacenamiento, la capacidad de la consola dependerá del modelo que elijamos. El más básico cuenta con una memoria de 64 GB eMMC (su interfaz es PCIe Gen 2 x1). El modelo intermedio subirá a una capacidad de 256 GB y tendremos esta memoria en un SSD con interfaz NVME (PCIe Gen 3 x4). El modelo más avanzado funciona a mayor velocidad y tiene una capacidad de 512 GB y utiliza la misma interfaz de conexión que el modelo anterior.

Todos los modelos de Steam Deck cuentan con lector de tarjetas microSD UHS-I. También todos cuentan con una ranura 2230 m.2, pero según Valve, la idea no es que el usuario final reemplace el disco de memoria. No obstante, es posible ampliar la consola utilizando esa vía. Valve no nos lo impide. De hecho, se puede hacer este proceso sin invalidar la garantía. No obstante, la compañía no nos recomienda hacerlo. Y tienen bastante razón, pues los únicos discos que podemos colocar en esta ranura son bastante caros. Vamos, que si queremos tener un buen almacenamiento, es mejor decidirse directamente por la capacidad final. No obstante, un poco más adelante en este mismo artículo vamos a hablarte detenidamente de cómo puedes decidir el modelo más adecuado para ti.

Pantalla

La consola cuenta con una pantalla táctil de 7 pulgadas y una resolución de 1280 por 800 píxeles con una relación de aspecto 16:10. A diferencia del último modelo de Nintendo Switch, no tendremos pantalla OLED en este modelo, sino un panel con tecnología LED IPS de gran calidad. El brillo será de 400 nits y la tasa de refresco de 60 Hz.

Rendimiento y Batería

La batería de Steam Deck tiene una capacidad de 40 Whr, capaz de dar un mínimo de dos horas de juego y un máximo de ocho. Se recarga mediante un transformador de 45 W a través del cable USB-C de la portátil.

Respecto al rendimiento del equipo, Valve ya aseguraba antes del lanzamiento que su consola era lo suficientemente potente como para mover los últimos títulos AAA del mercado. Ahora que ya hemos podido ver sus capacidades, podemos apreciar que Valve tenía razón. No obstante, todavía queda mucho camino para que podamos sustituir nuestro ordenador de sobremesa por una de estas portátiles, lo que no quita que el trabajo que Valve ha hecho con la Deck sea digno de admiración.

Conectividad, y salida de Audio / Vídeo

En el apartado inalámbrico, Steam Deck cuenta con Bluetooth 5.o y soporte para Wi-Fi de 2.4 y 5 GHz.

La consola tiene también jack de 3.5 milímetros, doble micrófono y altavoces estéreo. El cable USB-C de la consola permite dar una salida utilizando el estándar DisplayPort 1.4, con una resolución máxima de 8K a 60 Hz o 4K a 60 Hz.

Software y Compatibilidad

Steam Deck corre la última versión de Steam OS, su sistema operativo basado en Arch Linux con interfaz KDE Plasma.

Steam Deck, como es lógico, se vincula con nuestra biblioteca de Steam. La tecnología capaz de hacer que los juegos diseñados para Windows puedan ejecutarse en un equipo Linux es Proton, el corazón de Steam Play, que en poco más de 3 años ha logrado llevar más de 14.000 juegos al sistema del pingüino. Por tanto, queremos pensar que podremos ejecutar casi cualquier juego de nuestra biblioteca en Steam Deck.

Por otro lado, Valve deja la puerta abierta del bootloader de Steam Deck. Puede que te haya sonado a chino, pero básicamente significa que puedes hacer funcionar el sistema operativo que quieras en la Steam Deck. Al poco de su lanzamiento, la compañía liberó los drivers para que sea posible instalar Windows en la portátil. El rendimiento de Steam OS sigue siendo superior que el de Windows en ese aspecto. Pero una vez más, nos quitamos el sombrero con el movimiento. Otras empresas habrían blindado este apartado para tener el control absoluto de la máquina.

Dock

El Dock es un producto que se vende por separado y que permite convertir a la Steam Deck en una consola de sobremesa conectándola a nuestro televisor o un monitor.

A diferencia de la Nintendo Switch, el dock simplemente servirá para dar salida de vídeo y audio a otro dispositivo. No obtendremos mayor rendimiento por tenerla conectada. Eso sí, podremos jugar a mayores resoluciones que la nativa de la pantalla integrada en la consola.

La estación tiene varios puertos de expansión, un USB 3.1 tipo A, otros dos puertos USB tipo A 2.0, un puerto Ethernet y salida para DisplayPort 1.4 y HDMI 2.0.

Precio de Steam Deck

Steam Deck se vende en tres configuraciones diferentes en función de su almacenamiento. El modelo básico de 64 GB con memoria eMMC vale 419 euros e incluye una funda para guardar la consola.

El modelo intermedio es el que cuenta con un disco SSD NVMe de 256 GB y tiene un precio de 549 euros. Además de la funda, incluirá un «Steam Community Bundle», que hasta el momento es toda una sorpresa.

Finalmente, la variante tope de gama vale 679 euros. Incluye un SSD de 512 GB y su pantalla es anti-reflejos. Además de la funda y el bundle, incluirá una skin exclusiva para el teclado del sistema de Steam OS.

¿Qué versión de Steam Deck debería comprar?

Llegamos al momento decisivo. Si te has leído todo el artículo, seguramente tu tarjeta de crédito esté temblando ahora mismo. Tu gamer interior quiere hacerse con esta portátil, pero tienes dudas de qué modelo es el más adecuado para ti. No te preocupes, porque nosotros ya hemos reflexionado demasiado sobre eso, así que toca decirte los puntos fuertes y los débiles de cada uno de estos tres modelos que se han lanzado de Steam Deck.

Antes de comenzar, debes saber que los tres modelos son idénticos en cuanto a su capacidad de cómputo. La CPU y GPU de los tres modelos son idénticos. Las diferencias están únicamente en el almacenamiento y los accesorios que vienen en el pack. No obstante, es importante analizar cada modelo, pues en función de lo que vayas a jugar, te va a interesar un modelo u otro.

Versión de 64GB eMMC

La versión de entrada y más económica de la Steam Deck no cuenta con un disco SSD. En su lugar, cuenta con una memoria eMMC de 64GB que va soldada a la placa base de la máquina. Con este modelo vas a tener que usar sí o sí una tarjeta microSD para ampliar la memoria y poder almacenar varios títulos en la portátil.

Si únicamente vas a jugar a títulos indies, es decir, juegos poco demandantes o en 2D, esta consola puede ser la mejor opción para ti. Lo mismo ocurre si lo que más te llama de la Steam Deck es el mundillo de la emulación. Por 419 euros, te estás llevando un dispositivo que no tiene rival.

Sin embargo, no te podemos recomendar este modelo si vas a jugar a juegos modernos y exigentes. ¿Por qué? Porque no van a caber en los 64 GB de la memoria interna. Además, la memoria eMMC rinde menos que el SSD, por lo que tendrás mayores tiempos de carga.

Versión de 256 GB NVMe SSD

Por 549 euros, la versión con SSD de 256 GB es la máquina preferida por la gran mayoría de los usuarios. Tiene mejores tiempos de carga y espacio suficiente para almacenar dos o tres juegos exigentes. El resto, los puedes almacenar en la tarjeta microSD que adquieras por separado —con una de 512 GB puedes tener Steam Deck hasta aburrirte—.

Si vas a jugar a títulos que salgan próximamente, esta es tu mejor opción. Y por si fuera poco, con este pack nos llevaremos el lote de perfil exclusivo de la comunidad Steam.

Versión de 512 GB NVMe SSD 

Esta es la versión mejor equipada de las tres y, por tanto, la más cara, ya que alcanza los 679 euros. No solo tiene más almacenamiento, y también es SSD, sino que según Valve cuenta con una pantalla antirreflectante de primera calidad. No hablamos de más resolución o una tecnología distinta, ya que sigue siendo LCD, sino que el cristal que lo recubre evita los reflejos, sobre todo, cuando jugamos en condiciones de mucha luz.

Además del perfil exclusivo también se ofrece una skin para el teclado y, lo más importante, un estuche para llevarla y traerla con seguridad, protegida ante cualquier imprevisto que pueda sucedernos.

¿Merece la pena este modelo? Depende totalmente del tipo de jugador que tú seas. Si no quieres estar borrando y descargando juegos, la diferencia de precio te compensará. Por unos 130 euros tienes el doble de capacidad, un estuche de protección y una pantalla de mejor calidad. Como decimos, la versión de 256 GB es la que más se adapta a la mayoría de públicos. Pero si quieres estirar un poco más, es mejor ir a por la de 512 GB que adquirir el modelo de 256 y luego buscar la forma de ampliar el almacenamiento con otro SSD. Otra ventaja de esta variante es que si quieres, puedes olvidarte de usar la microSD (la tienes igualmente, pero seguramente no la necesites) y disfrutar de todos los juegos en la memoria local, sin tiempos de carga.