Como ya te contamos, Adidas tenía encima un problema y de los gordos. Tras romper su contrato con Kanye West, un enorme stock de zapatillas Yeezy se acumulaba en sus almacenes, provocando un gasto complicado de asumir en un año de capa caída para la empresa. Por suerte, parece que la firma alemana ya sabe qué hacer con tanto zapato y se ha puesto manos a la obra para gestionarlo.
Un stock conflictivo
Kanye West pasó la línea en octubre del año pasado. Después de numerosas salidas de tono, la gota que colmó el vaso para Adidas sucedió durante la Semana de la Moda de París, en la que el cantante se presentó con una camiseta en la que se podía leer «White lives matter» («las vidas blancas importan»). El mensaje, cargado de antisemitismo, aprovechaba el famoso lema «Black lives matter» (Las vidas negras importan) que se había popularizado a raíz de los numerosos casos de racismo que se estaban viviendo en EEUU.
West, a pesar de pertenecer de ser una persona de color y que debería estar más solidarizado con situaciones de marginación y racismo, ha dejado conocer en más de una ocasión sus pensamientos antisemitas y su camiseta, cuya frase ha sido apropiada por grupos supremacistas blancos, volvió a dejar constancia de ello.
Tal es así que Adidas decidió cortar por lo sano con el rapero y tras más de una década de colaboraciones, dejar de trabajar con él. Pero claro, eso trajo un problema: un stock infinito de zapatillas Yeezy, su marca, guardadas en las estanterías que ya no serían vendidas y que encima estaban costando dinero (por almacenaje).
Por suerte, Adidas ya ha tomado una decisión sobre qué hacer con ellas. Y no, ni las va a destruir ni las va a donar.
Una venta solidaria
Posiblemente la firma deportiva ha tomado la mejor de las decisiones posibles. La compañía ha confirmado que sí que venderá su inventario de Yeezy, valorado en más de 1.300 millones de dólares, pero donando las ganancias a organizaciones centradas en ayudar precisamente a personas como las que Kanye West atacó el año pasado con sus comentarios.
El primer modelo que regresará al mercado será el Yeezy Boost 350 «Pirate Black», que hará su regreso triunfal el próximo 31 de mayo, según apunta el medio Hypebeast.
Esta zapatilla -imagen sobre estas líneas- fue lanzada en 2016 y gozó de bastante popularidad. Su precio será algo inferior al que tenía antes de romper el acuerdo con West, plantándose en los 200 dólares, en lugar de los 230 dólares de antes. Desconocemos aún qué coste tendrá en euros.
Bjørn Gulden, CEO de Adidas, ha manifestado lo siguiente: «Creemos que esta es la mejor solución, ya que respeta los diseños creados y los zapatos producidos, funciona para nuestra gente, resuelve un problema de inventario y tendrá un impacto positivo en nuestras comunidades«.
Sin duda, es la mejor solución que podrían darle a esta gran problemática, dado que hacen desaparecer por fin el inventario y la gente podrá gastar su dinero sabiendo que va destinado a una buena causa.