Big+Quiet Formaldehyde: probamos el purificador más impresionante de Dyson

Big+Quiet Formaldehyde

Los purificadores de aire son sin lugar a dudas uno de los productos estrella de Dyson. La firma británica cuenta con un nutrido catálogo de opciones que con el tiempo ha sabido ir perfeccionando hasta lograr el que podríamos considerar su máximo exponente: el Dyson Big+Quiet Formaldehyde. Tras ese nombre tan complejo se encuentra un dispositivo que impone bastante a primera vista y con una tecnología interna de infarto. Hoy te cuento mi experiencia con él.

Un diseño que no pasa desapercibido

Big+Quiet Formaldehyde

Lo primero que debes de tener en cuenta es que el Big+Quiet Formaldehyde no es un equipo para todo tipo de hogares. Y es que la palabra «Big» que lleva en su nombre no es fruto de la casualidad ni ningún intento de exageración. El equipo es grande, muy grande, y te lo dice alguien con un salón bastante amplio.

Sus medidas imponen por lo que es algo que debes tener muy presente antes de adquirirlo -o incluso, si puedes, ir a alguna tienda a verlo en persona. Si cogemos la cinta métrica, el Big+Quiet mide 83 cm de alto y 41,5 cm de ancho y si hacemos caso a la báscula, nos encontramos con un aparato de casi 12 kilos (11,9 kg para ser exactos) de peso. Esto último realmente no es un problema, ya que el aparato cuenta con una base con ruedas que permite que lo puedas mover con absoluta comodidad de un rincón a otro, pero encajarlo en un lugar concreto de casa, sí que puede resultar más complicado, ya que es notablemente más grande que el Purifier Humidify+Cool, por ejemplo.

En cuanto a diseño y acabados, eso sí, no se le puede poner ninguna pega. Te podrá parecer más o menos bonito -del libro de gustos no está escrito-, pero personalmente creo que la combinación de colores (azul y dorado) y su dibujo resultan muy atractivos y hasta originales. Su acabado además es de gran calidad, algo que se siente tan solo tocándolo, emanando al final esa sensación de que estás ante un producto de alta gama.

Evidentemente su forma no es caprichosa. Según nos explica el fabricante, el diseño utiliza la aerodinámica cónica para ofrecer una proyección potente a gran distancia (está pensado para estancias grandes), consiguiendo así que circule el aire con un flujo que siempre se va a poder ajustar tanto en potencia como en ángulo, según desees.

Formaldeh… ¿qué?

Big+Quiet Formaldehyde

Ya conocemos otras propuestas purificadoras de Dyson así que ¿qué es lo que aporta este equipo nuevo a la familia? La respuesta está en el formaldehído. El equipo cuenta con un filtro catalítico específico que atrapa continuamente y descompone las moléculas de formaldehído en agua y CO₂ (y que, además, nunca necesita sustitución). Este compuesto químico suele estar presente en la madera, las pinturas o barnices, los ambientadores, en limpiadores domésticos que solemos usar en casa e incluso en colchones.

Por ello, contar con este nuevo filtro resulta interesante de cara a vigilar y cuidar el aire que respiramos, algo que el Big+Quiet se encarga de hacer continuamente, ya que realiza un análisis en tiempo real de la habitación en la que se encuentra y purifica de manera automática el ambiente. Ni qué decir tiene que el resto de sensores que ya conocemos también están presentes, de forma que, además de conocer en todo momento la temperatura de la estancia y la humedad relativa, tendremos siempre un registro de los siguientes elementos:

  • Materia particulada inferior a 2,5 y a 10 micras
  • Compuestos orgánicos volátiles
  • Dióxido de nitrógeno y gases comburentes

Para este trabajo, el aparato dispone de un filtro de calidad HEPA H13 que captura el 99,95 % de las partículas de hasta 0,1 micras, al tiempo que emplea también una capa de carbono activo que elimina los malos olores y los gases.

Todos estos datos los vas a puedes consultar siempre a través de dos vías. Una es la pequeña pantalla LCD circular que el propio aparato tiene en el centro de su semicúpula -aunque aquí solo puedes ver la información del momento y resulta poco práctico a menos que vayas directamente a la máquina a mirarlo. La otra, mucho más cómoda, es la app de Dyson para smartphone (se puede usar tanto en iPhone como en Android), donde verás la misma información así como un historial de cómo han sido los días anteriores. Esta aplicación permite además configurar algunos aspectos del Big+Quiet Formaldehyde, además de servir como mando de control -igualmente el equipo viene con un pequeño y coqueto mando a distancia a juego con los colores del cacharro.

¿Y hace ruido? A máxima velocidad de trabajo no supera los 56 dB, lo que en la práctica se traduce en que estarás escuchando una especie de «ventilador» que no es necesariamente molesto. Debes tener de todas formas en cuenta que ni siempre va a estar trabajando a máxima potencia -y en niveles más bajos es bastante suave y casi imperceptible- ni lo vas a tener pegado a ti, por lo que no debería ser algo que te preocupe.

Dyson Big+Quiet Formaldehyde: lo mejor y lo peor

Big+Quiet Formaldehyde

Llegados a este punto toca recapitular y hacer un repaso por lo mejor y lo peor de este Dyson para recomendar o no su compra. En el aspecto negativo tenemos solo dos puntos pero suficientemente de peso como para considerarlos con detenimiento: un volumen grande que no va a encajar en todos los hogares y un precio considerable de 999 euros.

En su lado positivo, nos encontramos con un equipo muy bien construido, de altísima calidad, que cumple de manera eficaz con su trabajo. Desde la pandemia nos hemos vuelto más conscientes del aire que respiramos, por lo que contar con un aparato así en casa es garantía de una purificación correcta y eficiente.

Siempre he dicho que Dyson es la Apple de las aspiradoras y los purificadores: una marca «top», con un precio elevado, pero que nunca te va a defraudar tras el uso de sus productos. Este Big+Quiet Formaldehyde tampoco lo hará, pero a cambio, debes estar dispuesto a hacer una inversión importante en él. La última palabra la tenéis tu bolsillo y tú.


Síguenos en Google News