Sony AG9 Master Series, análisis: una calibración y calidad de imagen a la altura de lo que pagas

Sony AG9 Master Series

La Master Series de Sony busca ofrecer televisores con la última tecnología y un calidad de imagen muy alta a través de una calibración muy cuidada. Durante la última hemos probado el Sony AG9 Master Series, un televisor de gama alta con tecnología OLED y un rendimiento acorde a los que se espera de un producto que cuesta lo que cuesta. Pero, la gran pregunta es si ¿merece la pena pagar casi 3.000 euros por él?

Sony AG9 Master Series, características

La experiencia en el uso diario es el factor más importante de cualquier producto de electrónica de consumo. Más allá de los datos técnicos, lo que ofrece en el día a día es lo que deberías tener en cuenta para decidir si su compra es o no adecuada para ti. A pesar de ello, veamos algunos datos técnicos que siempre pueden ser útil a modo de referencia y saber por dónde van los tiros.

Sony AG9 Master Series Características
Pantalla 55 pulgadas OLED 4K UHD de 10 bits
Procesador de imagen X1 Ultimate
Señal de vídeo admitida 4096 x 2160 píxeles a 24/50/60 Hz, 3840 x 2160 a 24/25/30/50/60 Hz, 1080p hasta 120 Hz
Soporte vídeo Vídeo a 10 bits (HEVC) y Dolby Vision, HDR10 y HLG
Modos de imagen Vívido, Estándar, Cine, Juegos, Gráficos, Fotografía, Personalizado, Dolby Vision Bright, Dolby Vision Dark y Modo Netflix
Sonido Acoustic Surface Audio+ con cuatro salidas de 20W + 20W + 10W + 10W
Soporte audio Dolby Digital, Dolby Digital Plus, Dolby AC–4 y DTS Digital Surround
Sintonizador 2 x digital y 1 analógico
Conectividad Wifi ac y BT 4.2, soporte Chromecast
Conexiones 4 x HDMI 2.0, Video compuesto, Ethernet, RF, IF, Salida audio digital óptica, auriculares 3,5mm y 3 USB
Precio 2.799 euros

El televisor de Sony es una clara representación de un modelo que apunta a la gama alta y que aspira a ofrecer la mejor calidad de imagen, y de sonido si es posible, que pueda. A penas hay apartados que no estén a la altura, aunque sí hay uno donde de primeras nos quedamos con ganas de más: el soporte de contenido con alto rango dinámico HDR10+.

El Sony AG9 Master Series es compatible con contenido Dolby Vision, HDR10 y HLG. Estos tres formatos son muy populares, básicamente los más usados, pero falta HDR10+. El no soportar dicha implementación es algo que en un televisor de gama alta no debería ocurrir. No obstante, como verás luego, dicha ausencia no debería llegar a empañae lo que vas a disfrutar a nivel de calidad de imagen, sonido y experiencia de uso. Pero antes, el diseño.

Elegancia y minimalismo para encajar en cualquier ambiente

En temas de televisores es muy complicado destacar. Si sigues la tendencia de diseño de los fabricantes actuales y las últimas propuestas de Sony en particular verás que todos son muy parecidos. A pesar de ello, el AG9 del fabricante japonés estira un poco más esa idea de pantalla elegante y minimalista donde la imagen es la gran protagonista.

Con unos marcos muy reducidos y un grosor ínfimo en el panel. Sólo aumenta en la zona que alberga toda la electrónica necesaria para hacer funcionar el dispositivo y el sistema de sonido del que merece la pena hablar con más calma.

Mención también para la peana, si no colocas la pantalla en la pared la base ofrece una buena estabilidad y una acabado visual atractivo. Eso sí, no levanta la pantalla, por lo que si vas a colocar o tienes una barra de sonido en la misma mesa o mueble donde vas a ubicarlo tendrás que buscar la forma de levantar la pantalla colocando algo bajo la peana.

Por lo demás, aquí tienes unas cuanta fotografías para que aprecies el diseño y detalles del televisor. Por cierto, destacar también la trasera. Uno no elige pantalla por el diseño de la parte posterior, pero que no sea horrible es algo que suma puntos. Además, ofrece una serie de tapas que ayudan a ocultar todas las conexiones y mejorar la gestión de cables.

Calidad de imagen para quienes saben apreciarla

Este es un televisor de gama alta, hace uso de un panel con tecnología OLED y resolución es 4K que está preparado para reproducir contenido con alto rango dinámico. Además, como su propio nombre indica, este Master Series está pensado para ofrecer una calibración que haga disfrutar al máximo todo tipo de contenidos. Y te adelante algo, lo logra.

Me gustaría ser original y contarte cosas diferentes, detalles que pocos aprecian y datos de laboratorio, pero si te soy sincero puede que ni haga falta. Nada más encender la pantalla y poner a reproducir contenido familiar para ti, que hayas visto en otros televisores y pantallas, es suficiente para darte cuenta del trabajo realizado por parte de Sony.

Esta no es ni la primera pantalla de gama alta que analizo ni, probablemente, sea la última, aún así siempre hay algo que me sorprende en cada nuevo modelo. En este caso la profundidad de negros que ofrece la tecnología OLED y el sistema de retroiluminación FALD (Full Array Led) permite que el nivel de detalle tanto en zonas muy iluminadas como en las más oscuras sea muy alto.

Por ángulos de visión, contraste, brillo y representación cromática el televisor de Sony no decepciona. Si tuviese que definirlo con una sola palabra sería equilibrado. El único pero está en el no soporte del estándar HDR10+. Si el contenido HDR que reproduces está en Dolby Vision, HDR10 y HLG no tendrás problema, pero si te encuentras con uno que sólo esté disponible en el que precisamente no soporta te dará rabia.

No obstante, con un rendimiento a nivel de calidad de imagen muy alto, creo que no es este el apartado por que deberías decidir si comprar o no este televisor de Sony.

Acoustic Surface Audio+, funciona

Sony apostó por una tecnología de audio que usa la propia pantalla para que vibre y así generar sonidos en la frecuencia de los medios y agudos sin altavoces dedicados. Es decir, la propia pantalla es el altavoz y con eso se consigue una experiencia muy viva, con matices y con la pegada suficiente como para convencer en muchas situaciones. Además, los dos subwoofers traseros dan el empuje necesario para que las frecuencias bajas también estén acorde al resto de la experiencia.

Al igual que ocurre con la imagen, el sonido es equilibrado y si por ahora no quieres instalar un sistema de audio externo podrás hacerlo. Lógicamente unos buenos altavoces o barra de sonido enriquece mucho más la experiencia, pero a mi el sistema de sonido aquí utilizado me convence. Tanto en películas de acción donde no te pierdes diálogos, en musicales, incluso con vídeojuegos es un sistema de sonido bastante capaz que convence siempre y cuando no seas un audiófilo super exigente.

Android TV y la experiencia de uso general

Respecto a detalles como la experiencia de uso y la plataforma Smart TV, aquí Sony sigue apostando por Android TV. Esto tiene ventajas y, según preferencias, alguna desventaja también. A mi personalmente Android TV me gusta,  aunque no sea un sistema más refinado a nivel estético. En ese aspecto creo que webOS o Tizen son más atractivos. Aún así, lo importante es que cumpla y eso lo consigue. Puedes acceder a todos aquellos servicios que necesitarás, como Netflix, HBO, Youtube, Spotify, etc.

Respecto al control, tenemos un mando a distancia que no aboga por la sencillez. Su esquema es clásico y eso implica multitud de botones, cruceta y otros accesos directos a aplicaciones más frecuentes como Netflix o Google Play. Bien, se comporta correctamente y es lo que al final cuenta. Por cierto, la pantalla cuenta con soporte para Google Assistant, para que puedas pedirle lo que quieras. Y también con Chromecast integrado, así podrás enviar contenido desde tu teléfono móvil directamente.

Con todo esto, la experiencia de uso es muy satisfactoria y no hay nada que le eches en falta frente a otras opciones. Además, el procesador encargado de mover toda la interfaz rinde bien y los cambios de menú, carga de aplicación, rendimiento gráfico, etc., hacen que nuevamente sientas que estás frente a un producto de gama alta por su fluidez y capacidad.

¿Su gran enemigo? El precio

El gran enemigo de este televisor, como el de la mayoría de modelos de gama alta, no es otro que el precio. El modelo analizado de 55 pulgadas cuesta exactamente 2.799 euros. Considero que vale cada euro, pero entiendo que no todo el mundo invierte tanto en un televisor.

Has de tener muy claro cuánto vas a usarlo. Si ves una o dos películas al mens, si apenas consumes series y cuando ocurre es de camino al trabajo o clases en tu smartphone… entonces no te compensará. Pero si quieres una gran calidad de imane, un buen sonido, un tamaño de pantalla en el que apreciar cada detalle de mejor forma, soporte para contenido HDR y todas las ventajas que da Android a la hora de acceder a servicios de streaming, etc., entonces esta es una gran opción. Si te decides a comprarla no te vas a arrepentir.


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