En Japón, descargar películas, series y música se considera ilegal, sin embargo, otros tipos de contenidos con derechos de autor como videojuegos, manga y software no están siendo controlados. Hasta ahora. Una nueva ley pretende sancionar a los usuarios que descarguen este tipo de contenidos, pudiéndoles caer condenas de hasta dos años de cárcel.
Descargar juegos en Japón te puede llevar a la cárcel
A día de hoy, la ley de derechos de autor que se mantiene vigente en el país nipón protegía aquellos contenidos relacionados con películas y música que tuvieran derechos de autor, sin embargo, la Agencia de Asuntos Culturales intentó el año pasado ampliar el abanico de contenidos para proteger a otros autores de las descargas ilegales. Pues bien, según informan en el periódico Asahi, el gobierno se ha reunido finalmente para conversar sobre los nuevos requisitos, aprobando finalmente que cualquier violación de derecho de autor será considerada como ilegal.
Y ahora es cuando la cosa se pone interesante, porque más allá de las descargas de videojuegos, la nueva normativa cubriría también contenidos como mangas, fotografías, artículos y hasta capturas de pantalla o publicaciones en redes sociales. Parece que en la reunión se debatió sobre cómo el uso de internet “podría atrofiarse” con estas medidas, aunque han aclarado sólo se aplicarán si verdaderamente la acción infringe un derecho de autor.
El problema está en que una simple captura de pantalla supone la violación de la ley, por lo que habrá que ver hasta qué punto se puede controlar el uso del móvil en la población, ya que en la mayoría desconoce las implicaciones de los derechos de autor. Compartir un simple meme podría fácilmente violar un derecho de autor, y ahí es donde se podrían encontrar grandes problemas, no sólo de cara al usuario, sino en lo que a la manera de aplicar la ley se refiere.
Falta por definir el castigo
Teniendo en cuenta el problema que supone controlar la vida personal de los usuarios comunes, el gobierno insiste en que la ley se limitará a sancionar aquellas acciones realmente dañinas para la propiedad intelectual, controlando especialmente las webs de descarga populares, la copia de contenidos originales, el daño directo hacia el propietario de los derechos o la reiteración de infracciones.
Con estos puntos en cuenta, Japón pretende controlar y erradicar las descargas ilegales en el país, así que habrá que ver qué tal les funciona y sin son capaces de reducir la piratería a base de castigos ejemplares.