Esta es la Sony Cinema Line FX3, una cámara cinematográfica con la que el fabricante japonés amplia su gama Cinema Line. Y lo hace con una propuesta muy interesante en cuestiones de tamaño. Gracias a ese cuerpo tan compacto los usos que se le pueden dar son tan variados que incluso está pensada para usarse como cámara de dron. Esto es todo lo que debes conocer de ella.
Características técnicas Sony FX3
| Características | Sony FX3 |
|---|---|
| Sensor | Full Frame de 35mm Exmor R con 10,2 MP de resolución para vídeo y 12,9 MP en fotografía |
| Estabilización | Sistema de estabilización de 5 ejes en el cuerpo más soporte para Catalyst |
| Tipo de montura | E-Mount |
| Video | 4K a 120 fps y soporte para captura de imágenes HDR (hasta 15 pasos) |
| Codecs vídeo | XAVC HS, XAVC S y XAVC S-I |
| Audio | Grabación de audio hasta 4 canales MPEG-4 AAC-LC o 2 canales LPCM |
| Salida RAW | Salida RAW vía HDMI a 4264x2408 píxeles a 16 bits hasta 60p |
| Extras | Accesorio para la grabación de audio profesional con conexiones XLR y mayor control, botones personalizables en el cuerpo y orificios para acoplar accesorios |
| Pantalla | Articulada y abatible para facilitar la autograbación |
| Conectividad | WiFi, Bluetooth y NFC |
Puedes consultar el resto de detalles técnicos en la página oficial de Sony.
Sony FX3, una cámara de cine muy compacta
La gama Cinema Line de Sony está compuesta por una familia de cámaras pensadas para el usuario profesional que se dedica al mundo del vídeo. Pero no como, por ejemplo, la espectacular Sony a7S III sino como cámaras más enfocadas al cine, a la calidad cinematográfica que ofrecen modelos super conocidos por todos estos profesionales como la Sony VENICE. Con esta última comparte características tan llamativas como el look S-Cinetone. Pero vayamos por partes.
Lo primero que llama la atención de esta Sony FX3 es su tamaño compacto. El cuerpo recuerda mucho a visto en las recientes Sony a6600 o Sony a7C, aunque un poco más grande sí que es. Pero no mucho, lo justo para añadir algunos elementos claves en una propuesta como esta y seguir siendo muy fácil de operar e incluso usar en situaciones complejas donde no hay mucho espacio para meter otras cámaras de cine.
Es más, esta es una cámara que también está claramente pensada para ese nuevo negocio de drones en los que Sony se ha metido. Así que no tendría que recurrir a soluciones de terceros y sus usuarios tendrían un conjunto de herramientas capaces de ofrecerles todo lo que necesitan.
Siguiente con el diseño, en el cuerpo se aprecian diferentes botones programables a los que poder asignar la función que más interese. Así la cámara se adapta a ti y no al contrario. Y luego hay otros elementos llamativos como los orificios de rodean todo el cuerpo y que permiten acoplar accesorios sin necesidad de usar la típica jaula que añade más volumen y peso. Aunque también es cierto que muchos las usan por el extra de seguridad frente a golpes y caídas.
Por lo demás, físicamente en el vídeo que podrás ver a continuación ya se muestra muy bien cómo es la cámara, su tamaño y cómo queda el conjunto al usar el nuevo accesorio que permite conectar micrófonos XLR e incluso una batería y monitor. Porque como hemos dicho, esta cámara está pensada para facilitar su uso sin tener que recurrir a un gimbal, aunque se podría ya que su peso permite usar modelos más compactos.
Calidad de cine
Si el diseño es un aspecto atractivo, el verdadero potencial está en sus capacidades de grabación de vídeo. Para empezar, el sensor de tipo full frame ofrece una resolución efectiva de 12,1 MP cuando se trata de hacer fotografías y 10,2 MP para temas de vídeo.
Esto permite alcanzar una resolución 4K a una velocidad máxima de 120 fps. Esto la equiparación la reciente Sony a7S III, una cámara magnífica para temas de vídeo que ya hemos probado aquí. Pero no todo es resolución, hay aspectos como la ciencia de color que son muy importantes cuando hablamos de temas de vídeo con calidad cinematográfica.
Aquí la FX3 comparte la ciencia de color de la gama Cinema Line e incorpora el perfil S-Cinetone visto en la Sony Venice, una cámara de referencia dentro del mundo del cine. Este ofrece tonos medios naturales con colores más suaves y unos brillos más intensos. De este modo se logra ese look cinematográfico sin apenas esfuerzo.
A todo esto hay que añadir el buen rendimiento en condiciones de poca luz que Sony lleva perfeccionando generación tras generación. Así, el rango de sensibilidad ISO va desde 80 hasta 102.400, ampliable hasta 409.600.
Lógicamente al ser una cámara con orientación cinematográfico las conexiones también son algo importante. Aquí tenemos una salida HDMI completa, que siempre es más robusta que las mini o micro HDMI. También entrada de micrófono de 3,5 mm y salida de auriculares para monitorizar la captura. Aunque si hablamos de capturar audio con mayor calidad, mejor usar el adaptador que también ofrece y es similar al visto en las cámaras de Panasonic.
Una cámara idónea para grabaciones dinámicas
Sin duda, viendo todas las características de esta sony FX3 es evidente que Sony ha creado una cámara perfecta para usar a mano alzada y aprovechando todas esas ventajas técnicas como el sistema de autoenfoque con seguimiento al ojo super preciso y proactivo, o el sistema de estabilización de imagen integrado en el cuerpo.
Este último apartado de la estabilización de imagen se ve reforzado con el sistema Catalyst que en postproducción mejora aún mas las suavidad en las imágenes capturadas. Son muchas las prestaciones de esta cámara que la colocan como una de las opciones ideales para muchos creadores de contenido con un nivel de exigencia alto.
Tanto como su precio, porque lógicamente esta nueva cámara no tienen un precio bajo que digamos, pero sí justificado. 4.700 euros es lo que cuesta el cuerpo, a l que habrá que añadirle lentes y otros accesorios. Pero con el catálogo actual de lentes con montura E no es un gran problema. Aunque lo ideal es usarla con cristales de calidad como la serie G Master de Sony.
En resumen, que Sony ha creado una cámara muy capaz que los profesionales van a valorar mucho.