Las Smart TV cada vez son más complejas. Y lejos de que cada vez veamos contenido de mejor calidad en ellas, en ocasiones, ocurre justo lo contrario. Basta descuidarse un poco con el mando del televisor para que nuestra televisión deje de dar una imagen bonita y comencemos a ver contenidos con malos niveles de contraste o colores demasiado exagerado. En este post te explicaremos qué hacen los Modos de Imagen, así como qué ajustes de tu televisor no deberías tocar jamás para garantizar una imagen de calidad.
¿Hay que calibrar un televisor?
Buena pregunta. En el mundo de la producción de vídeo y la fotografía, a menudo se utilizan aparatos para medir la precisión de color de un panel y ajustarlo a los valores correctos. Esto sirve tanto para garantizar que se está trabajando con unos valores reales como para igualar el color de dos o más monitores. Pero… ¿existe algo así para televisores? O, mejor aún: ¿es necesario llegar a ese punto?
El hardware para calibrar televisores existe, pero ninguno de nosotros va a necesitar ayuda profesional para calibrar un simple televisor. Por lo general, el calibrado de fábrica de los televisores de gama media y alta es más que decente. Simplemente tendrás que dar con los parámetros adecuados dentro de la configuración de tu televisor para garantizar que el panel está dando lo mejor de sí mismo.
Lo que realmente es imposible es dar con un ajuste único capaz de englobar todas las posibilidades de nuestro televisor. Es decir, no es lo mismo ver una película de terror a las 4 de la tarde con el Sol incidiendo sobre la pantalla que ver un partido de fútbol por la noche con luz de ambiente muy suave. Para adaptar nuestra pantalla a estas dos situaciones tan opuestas, tendremos que intervenir nosotros en cierta medida. Y justo para eso existen los modos de imagen predefinidos del televisor.
¿Para qué sirven los Modos de Imagen?
Los televisores suelen venir con varios ajustes que nos permiten cambiar de forma rápida una serie de parámetros como contraste, saturación, brillo y temperatura con apenas pulsar un botón. Normalmente vienen unos 4 ajustes diferentes, siendo siempre comunes el modo estándar, el vívido, videojuegos y cine. Otros modelos traen también una o dos opciones para que el usuario guarde su propia configuración personalizada.
Si no sabes lo que hace cada uno, no te preocupes. En las siguientes líneas te explicaremos un poco qué hace cada uno en términos generales.
Vívido / Dinámico
Este modo lleva por defecto un ajuste de brillo al cien por cien y una saturación de colores también al máximo. Los televisores suelen traer este ajuste preestablecido para su demostración en tienda. De este modo, el panel destacará respecto a los demás con los que compite.
Más allá de esa utilidad, deberías descartar siempre ese modo. No está pensado para un uso real del televisor. Por cierto, es probable que cuando saques tu televisor de la caja, venga con este modo por defecto.
Game / Juego
El modo juego desactiva la inteligencia artificial del televisor encargada de mejorar y suavizar la imagen. ¿Por qué querría yo entonces activar este modo mientras me echo una partida a la PlayStation? Porque elimina el delay. Activando este modo, tu pantalla estará reproduciendo justo lo que está generando la consola, sin ningún tipo de retraso por medio. Así, evitarás retardo dese que pulsas el botón hasta que ves el resultado en la tele. Y no solo eso. También verás cada frame exactamente como lo ha producido el hardware, es decir, sin ningún tipo de suavizado o fotograma artificial que pueda entorpecer tu experiencia. Antes de ponerte a jugar, deberías poner este modo preestablecido de tu televisor.
Deportes
Aunque no lo creas, el modo deportes también tiene su parte de utilidad. A nivel de imagen, podríamos decir que simplemente, satura un poco más los verdes y enfría la imagen en general. También la configuración, según qué marcas, permite que la visión de la pantalla mejore desde distintos ángulos. Y el sonido también puede llegar a cambiar, creando un sonido más envolvente, como el de un estadio.
Película
Este modo es con el que se suele calibrar el panel durante el proceso de fabricación. Según Soner Oklu, ingeniero de control de calidad de Samsung, este ajuste es el que va a ofrecer mejores prestaciones desde el principio. No obstante, es solo óptimo si vamos a visualizar películas y series, es decir, contenido que suela tener imágenes oscuras. Otros fabricantes como LG se refieren a este modo como ‘Calibrado’. Sony lo hace con el término ‘Oscuro’.
A lo que se refiere Soner Oklu con sus afirmaciones es que el modo película es el único capaz de mostrar las capacidades del panel tal y como vienen en la hoja de especificaciones. Eso sí, hay que tener en cuenta que, para que esto ocurra, el televisor se ajustará a un nivel de brillo más bajo de lo que veremos en otros modos. Por tanto, habrá que reducir la luz ambiente de la habitación para mejorar el contraste. De lo contrario, el modo película nos dará una imagen bastante apagada.
Modo Natural y Modo Estándar
Estos dos modos están presentes en televisores Samsung, pero algunos otros fabricantes utilizan también sus variantes con otros términos. En cualquier caso, la utilidad de estos modos es satisfacer a aquellos usuarios que no buscan una imagen precisa, sino más bien un modo todoterreno para no tener que ir cambiando el ajuste con el mando.
El Modo Natural utiliza un sensor de luz ambiental para medir la iluminación de la sala y así ajustar los parámetros de forma correcta. El panel no se verá con una precisión correcta, pero sí permitirá un visionado cómodo de los contenidos sin tener que apagar luces o bajar persianas. Por otro lado, el Modo Natural es similar, partiendo de una configuración más plana, pero no utiliza el sensor para ajustar los parámetros.
Parámetros a modificar en la configuración de tu TV
Los modos de imagen son un buen punto de partida. Especialmente, el Modo Cine / Película. Sin embargo, puede ocurrir que este ajuste se vea algo apagado en comparación con la luz ambiente de tu salón. ¿Puedo tocar más parámetros? Sí, pero deberías seguir estos consejos para crear tus propios perfiles personalizados:
- Control de Gamma: según Ray Soneira, CEO de DisplayMate, el ajuste de gamma debe ser lo primero que toquemos si el modo calibrado de nuestro televisor no se adapta a la iluminación de la sala. Este ajuste afecta tanto al brillo como al contraste y por defecto debería estar ajustado en 2.2. Si reducimos el número, la pantalla se verá más brillante, pero también perderemos detalles en los negros. Si Subimos el parámetro a 2.5, ocurrirá justo lo contrario: las zonas brillantes se reducirán, pero aumentará el detalle en las partes oscuras de la imagen.
- Brillo: Soneira también cree que los nombres con los que los fabricantes nombran a los parámetros son incorrectos. Por ejemplo ‘brillo’, en ocasiones, lo que hace es aumentar la retroiluminación del panel, haciendo que los negros se vean grises.
- Saturación: si partes de la base del perfil calibrado, deberías tocar este ajuste con bastante cuidado. De no hacerlo, corres el riesgo de empastar distintos tonos de colores vivos en un amasijo.