De un fantasma a otro
Pensaréis que qué clase de vídeo es el que os hemos dejado justo aquí encima, pero es una curiosidad que podemos encontrar en el canal oficial de la red social en YouTube, publicado cuatro años después del estreno de Snapchat y que nos muestra a su creador narrando las virtudes que nos vamos a encontrar en la aplicación oficial del servicio. Su nombre es Evan Spiegel, es todavía el CEO de la compañía y tiene mucho que decir en la historia que os vamos a contar.
Y es que una de las cosas que más llaman la atención de Snapchat es, precisamente, su icono. La imagen que vemos por vez primera al entrar en la App Store o la Play Store de Google cuando nos bajamos la aplicación. ¿Un fantasma? ¿Por qué? ¿Qué razón hay para no utilizar una cámara de fotos como Instagram o cualquier otro elemento que denote vinculación con los demás, comunidad, conversación, contenidos, etc.?
Lo primero que hay que decir es que el icono de Snapchat es un fantasma porque a Evan Spiegel se le ocurrió dibujar uno en un folio y tal cual quedó lo dejó, así pasó a formar parte de la imagen de marca de la red social. De ahí su simpleza, sin detalles ni ornamentos que puedan interferir en la idea principal de hacernos ver que esa forma tiene que ver con un fantasma. Ya está.
De todas maneras, a pesar de la simpleza que emana de ese dibujo del fantasma, parece que se inspiró en el aspecto (según confesó el propio CEO de Snapchat en una entrevista en Business Insider) del rapero Ghostface Killah que, en su momento, fue un reconocido miembro de la banda Wu-Tang Clan. Pero hay un detalle importante en esta historia y es que ese fantasma, inicialmente, no estaba destinado a formar parte de la imagen de marca de Snapchat.
Antes tenemos otro proyecto
Efectivamente, Snapchat no era el proyecto para el que Evan Spiegel quería utilizar el fantasmilla cuando cogió lápiz y papel. El destino era Picaboo, que podemos considerarlo como el predecesor de la red social que tenemos hoy en día y que iba a haber funcionado de una manera muy similar. Ya sabéis, publicamos contenidos que desaparecen nada más ser vistos, de ahí la idea que quería transmitir el CEO de la empresa de una comunidad que envía y recibe mensajes fantasma. Y como Picaboo no siguió adelante, fue Snapchat la que se quedó con el ectoplasma (en vocabulario Cazafantasmas).
De todas formas el logo ha pasado por distintas fases: una primera con la forma del fantasma, dos ojos y una sonrisa ¿burlona? que alcanzó hasta 2013 y, en ese año, una eliminación de todos los elementos interiores que dejaron solo el contorno como la forma válida que representaría a la red social. La última de esas modificaciones llegaría en 2019 y solo para hacer más visible el borde exterior del dibujo creado por el CEO de Snapchat.
Sé el primero en comentar