Sabíamos que la compra de Activision por parte de Microsoft iba a ser una larguísima operación difícil de digerir, pero lo que no imaginábamos es que iba a tomar tantos tintes de venganza y reproches como los que están apareciendo en los últimos meses. Y es que lo último que nos llega son detalles relacionados con la saga de Final Fantasy.
Reproches exclusivos
PlayStation ha estado intentando sabotear la compra de Activision de muchas maneras. Su principal argumento era el de perder la presencia de Call of Duty en su catálogo, algo que ha estado ocurriendo desde que la franquicia naciera hace ya casi 20 años, y que, de ocurrir, afectaría gravemente a su base de usuarios. Microsoft ya se ha encargado de confirmar que esto no ocurriría jamás, y hasta se han comprometido a firmar un pacto que aseguraría la presencia de Call of Duty en PlayStation durante los próximos 10 años.
Pero nada de eso ha servido para calmar las aguas en PlayStation, donde siguen presionando para que las diferentes organizaciones que regulan estas operaciones millonarias paren la compra y cancelen la operación. Y Microsoft se ha cansado.
Después de prometer y garantizar el futuro de Call of Duty en PlayStation, los de Redmond han respondido en un documento oficial dirigido a la Autoridad de Competencia y Mercados de Reino Unido con la intención de defenderse. Y se han defendido devolviendo la pelota, ya que, si PlayStation acusa a Microsoft de un posible bloqueo y apropiación de títulos, Microsoft directamente ha enumerado casos de acuerdos de exclusividad que a día de hoy existen.
Por ejemplo, han desvelado que Final Fantasy VII Remake tiene una exclusividad total (sin caducidad) que permite que el juego esté exclusivamente disponible en PlayStation y PC, por lo que Xbox no lo tendrá nunca. Lo mismo ha ocurrido con juegos como Bloodborne o la futura remasterización de Silent Hill 2, que de momento sabíamos que llegaría únicamente a PS5.
Unas peleas que no ayudan
Odiamos todo lo que tenga que ver con guerras entre plataformas, así que no vamos a negar que esta situación comienza a cansar. En cierta parte entendemos a Microsoft, ya que si PlayStation tiene una gran cuota de mercado es, en parte, por los grandes exclusivos que posee, así que no tendría mucho sentido denunciar las acciones de Microsoft si tú precisamente llevas cerrando acuerdos de exclusividad desde hace eones. ¿Cómo terminará todo esto? Esperemos que bien, pero lo más importante es que los usuarios no se vean afectados, ya que lo único que queremos es jugar a nuestros juegos favoritos.
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