Super Zero, una cámara de cine vitaminada con una Raspberry Pi

Super Zero es el nombre que se le podría dar a esta vieja cámara de vídeo Super 8 reconvertida en una digital gracias a una Raspberry Pi Zero. Uno de esos proyectos que resultan muy atractivos por combinar lo retro con la tecnología más actual. Otro ejercicio de imaginación que sirve para demostrar por qué las Raspberry Pi gusta tanto.

Lo retro y la Raspberry Pi

La mayoría de las veces el usar dispositivos retro se debe más a una cuestión de nostalgia que de necesidad real. Porque las limitaciones son muchas y más aún si es con dispositivos relacionados con temas creativos como la fotografía o la captura de vídeo.

Además, teniendo en cuenta las ventajas que aportan los teléfonos móvil con cientos de aplicaciones que son capaces de imitar el comportamiento de prácticamente cualquier cámara analógica, menos aún. Sin embargo, no se puede negar que combinar algunos de estos productos y modernizarlos gracias al uso de una Raspberry Pi tiene su atractivo.

Por un lado el usar un producto retro que tan diferente siempre se siente en la mano. Por otro, hacerlo aprovechando las ventajas que puede aportar esta popular placa de desarrollo. Así que eso es lo que te vamos a mostrar, cómo este usuario convirtió una vieja cámara de vídeo Super 8 en una versión digital.

Así es Super Zero, la cámara de cine retro

Super Zero es una cámara de cine retro reconvertida a digital gracias a una Raspberry Pi, pero antes de esa parte que más o menos ya imaginarás cómo se logra hay que haber de la cámara en la que está basada.

Se trata de una Agfa Microflex que se fabricaba en Alemania durante los años sesenta. Esta usaba cartuchos de película Super 8 y entre sus características, aunque era capaz de exponer de forma automática, el enfoque y el zoom eran completamente manuales. Así que tenías que usar sus anillos para controlar estos aspectos del vídeo.

Sin posibilidad de grabar audio, el vídeo capturado iba a 18 fotogramas por segundo y sólo permitía almacenar tres minutos y veinte segundos de grabación continua. Vamos, una cámara con muchas limitaciones para lo que acostumbramos a manejar hoy en día, pero con un gran atractivo si la miramos desde el prisma de la nostalgia.

Claro que actualmente no sería práctico andar con esos cartuchos, así que Befinitiv (usuario apasionado por lo retro) decidió modernizarla con Una Raspberry Pi Zero. Gracias a dicha placa y el módulo de cámara fue capaz de actualizar uno de los cartuchos para que pasase de ser un respaldo analógico a uno digital. Sí, algo similar a lo que ofrece Hasselblad.

Bueno, el cartucho realmente fue impreso en 3D con las mismas medidas del original para encargar toda la electrónica necesaria. Desde la placa hasta una batería, un circuito de conversión de energía y resto de componentes como el mencionado módulo de cámara de Raspberry Pi.

Con todo esto el resultado es una cámara de cine con la que no vas a lograr capturar imágenes en movimiento con la calidad que ofrecen propuestas actuales como la BlackMagic Pocket Cinema Camera 6K Pro, pero el atractivo de esa imagen capturada a través de esa lente es muy particular.


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